viernes, 27 de mayo de 2016

Pentecostés... El Espíritu de Dios presente entre nosotros!



Jesús, antes de ser crucificado y resucitar, les hizo una hermosa promesa a sus discípulos y amigos: Que Él y su Padre les enviarían su Espíritu para que jamás sintieran que estaban abandonados o solos sobre la Tierra.

También les pidió que se quedaran en Jerusalén todos reunidos hasta que se cumpliera su promesa.

Muchos días estuvieron junto a la Virgen Madre, permanecieron juntos, rezando y conversando de Jesús. Eran hombres y mujeres que tenían miedo, que no se atrevían a hablarle a la gente de su maestro. Todavía sentían que les podía pasar lo mismo que a Jesús: que los mataran por ser amigos del Crucificado.

Jesús cumplió su promesa, siempre las cumple. El día de Pentecostés, cuando recibieron el Espíritu Santo, estos hombres se transformaron: se llenaron de coraje, sabiduría, se les aclararon todas las cosas que no habían entendido mientras habían estado con Jesús. Salieron a las calles y a toda voz empezaron a hablar de Jesús y a explicar su mensaje.
El Espíritu Santo es alguien que no podemos ver, pero que existe. Es como el amor; más bien es el Amor, el amor de Dios, que no vemos, pero sentimos.


En el amor encontramos la verdadera felicidad. Cuando estamos con amigos o con nuestra familia somos felices, el Espíritu de Dios está presente en ese momento, está presente siempre, nos permite sentir cosas que no podemos explicar con palabras. Amamos y somos amados; esto nos hace sentir la verdadera felicidad que proviene del amor infinito de Dios. El Espíritu Santo es quien hace presente a Dios en nuestro corazón.

La Palabra de Dios nos dice:
"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.


Hechos 2,1-4

El Espíritu Santo es el amor de Dios presente en y entre nosotros... Podemos reconocerlo de muchas maneras, pero especialmente, a través de sus 7 dones.

Un "don" es un regalo de Dios. él quiere que con ellos podamos alcanzar la felicidad.

Los 7 dones del Espíritu Santo